Thalía desnuda su alma a través de “Cada día más fuerte”
27 OCTUBRE 2011
En su nuevo libro, la cantante y actriz revela sus luchas
más personales al tiempo que reflexiona sobre lo que considera sus más grandes
bendiciones: Mottola y sus hijos Sabrina y Matthew.
Nueva York • Nueva
York.- No es secreto que Thalía ha saboreado la miel del amor y del éxito de
igual manera en que ha vivido momentos de gran dolor. La superestrella mexicana
creció bajo la luz de los reflectores y la prensa se ha encargado de documentar
todo y más sobre su vida.
Lo que el público quizás no sepa es qué pasaba por la mente
de Thalía a los 6 años, cuando el deceso de su padre le causó un shock tan
grande que la niña no emitió sonido por un año. O qué sentimientos de culpa
albergó tras el secuestro de sus hermanas en el 2002 y cómo los ha manejado. O
cómo su actual esposo Tommy Mottola, a la antigua y a distancia, conquistó su
corazón.
En su nuevo libro "Cada día más fuerte" (a la
venta esta semana y disponible el 1 de noviembre en inglés como "Growing
Stronger"), la cantante y actriz revela sus luchas más personales al
tiempo que reflexiona sobre lo que considera sus más grandes bendiciones:
Mottola y sus hijos Sabrina y Matthew.
"Es un libro muy íntimo, donde me expongo al mil, donde
no hay una máscara, donde no hay un rinconcito que quede guardado", dijo
Thalía el miércoles en una entrevista exclusiva con The Associated Press.
Con su largo cabello suelto, maquillaje minimalista y sin
ningún tipo de accesorios, la estrella habló con entusiasmo sobre este y otros
capítulos de su vida, intercalando risas y lágrimas al recordar a su madre,
Yolanda Miranda, quien falleció el pasado mayo apenas un mes antes del
nacimiento de su hijo. También explicó por qué le agradece a La Llorona el
haberla hecho una chica capaz de enfrentarse a lo desconocido.
"Mi vida ha sido maravillosa", resume Thalía.
"Cada instante me ha hecho una persona sólida, una persona
gladiadora".
A continuación extractos de la entrevista.
The Associated Press: ¿Qué te llevó a escribir este libro en
este momento de tu vida?
Thalía: Es un momento en el cual me siento muy segura de
quien soy, muy aceptada, muy tranquila, contenta con las cosas que he realizado
durante de mi vida, tanto personal como profesional, y creí que era un momento
importante de compartir mi historia, mis experiencias tanto buenas como malas,
con toda mi gente... y tratar que de alguna manera pues mis vivencias puedan
apoyar la vida de otros.
AP: Abordas temas muy felices, como tus éxitos, tu
matrimonio, tus hijos. Pero también ahondas en temas muy dolorosos... ¿Qué tan
difícil fue para ti hacer este viaje al pasado?
Thalía: Me expuse y quedé vulnerable... Fue muy difícil el
bajar mi vida en papel, fue un proceso muy íntimo, muy psicológico, pero al
mismo tiempo fue liberador. Fue como limpiar el clóset, como limpiar la casa,
como tirar paredes, abrir espacios nuevos, y fue muy refrescante para mi vida.
AP: ¿Sientes que hiciste catarsis con este libro?
Thalía: Sí (risas). Hice catarsis definitivamente sobre
temas de pronto que no me había querido adentrar, no me había querido rascar
tantito a ver qué había. Y este libro me brindó esa oportunidad de realmente
rescatarme como mujer, como ser humano, como niña, como artista y me ayudó
mucho a reestructurarme mental, psicológica, física, espiritualmente, y quedar
brillante, quedar limpia, quedar lista para una nueva aventura en mi vida.
AP: ¿Cuáles fueron esos temas difíciles de abordar?
Thalía: Creo que mi vida en general, como la de cualquier
otro ser humano, tiene altos y tiene bajos, tiene momentos de mucha luz,
momentos de mucha oscuridad. En mi caso siento que de pronto han sido extremos
los dos momentos: o momentos demasiado altos o momentos demasiado bajos. Y
pensé que era una oportunidad para mí como ser humano de crecer, de aprender,
al compartir estas anécdotas y también de que otra persona pues diga, "hay
oportunidad para sentirse bien a pesar de una tragedia, hay el chance de convertir,
o revertir, la tristeza, el dolor, la soledad, el abandono, la muerte, en una
experiencia positiva de aprendizaje, de crecimiento espiritual".
AP: Estabas embarazada cuando escribiste este libro. Con los
cambios hormonales una suele estar más susceptible. ¿Sientes que esto te ayudó
en cierta forma a expresarte con el corazón en la mano?
Thalía: Sí. Definitivamente el haber estado embarazada
durante el proceso del libro fue un elemento de emoción, de abrirme de una
forma totalmente interna, de una forma muy maternal, muy abierta, muy de la
vida. Cuando uno está gestando te sientes lleno de vida, te sientes lleno de
alegría, te sientes lleno de fantasía, de historias. Y fue el momento
específico en el cual el destino puso este libro en mi camino.
AP: Tu madre llegó a leer el libro e incluso a ayudarte a
editarlo, según escribes en el preludio. ¿Qué te dijo ella? ¿Cómo lo tomó?
Thalía: Pues, el libro ya estaba terminado y mi mamá vino a
visitarme una semana antes de lo que pasó. Le di el manuscrito. Le dije,
"Aquí está el libro, a ver qué piensas de él". Y no sólo lo leyó una
vez, sino que acabando la última hoja lo volvió a leer. Y empezamos a
recordarnos las historias. Y empezamos a añadir anécdotas que se habían quedado
afuera. Empezamos a reír. Y empezamos a llorar. Y fue un momento muy importante
para mí porque ella también tuvo la oportunidad, esa semana antes de su
partida, de revivir toda su vida, de revivir todos los momentos en los cuales
pues estuvimos juntas, desde nuestro hogar, desde mi nacimiento, desde mi
padre, desde mis hermanas cuando chicas, todo ese hogar mágico y maravilloso;
hasta nuestra carrera, nuestros momentos álgidos, nuestros momentos de triunfo,
de gloria. Fue para ella también, esa visita a su pasado, como cerrar un ciclo
entero. Y me quedo tranquila con eso, porque sé que de alguna forma si algo se
le hubiera quedado pendiente en esta vida, tal vez con este libro también ella
cerró varios círculos.
AP: Sé que eras muy apegada a ella, que hablaban todos los
días por teléfono... ¿Qué es lo que más extrañas?
Thalía: Pues precisamente eso. Todos los días es como querer
marcar un número y ya nadie contesta. El llegar a un lugar y decir, "Voy a
mandarle un mensaje", (y) ya no hay a quién mandarle un mensaje. Ya no hay
con quien compartir esas cosas tan nuestras, tan íntimas. Sí existe esa
energía, sí existe ese ser, porque yo creo en que nadie nace, nadie muere; uno
es eterno. Uno es esa energía que se transforma, inclusive cuando dejas este
mundo, este plano... Pero el hecho de no estar aquí carnalmente, eso es lo que
duele: el no poder escuchar esa voz, el no poder abrazar a esa persona, oler
ese perfume natural... Eso es lo que estoy trabajando, no día a día ni hora a
hora, sino minuto a minuto, y estoy tratando de cada día ser más fuerte.
AP: Eso que dices de la energía me hace recordar el inicio
del libro, cuando relatas un encuentro que dices tuviste de niña con La
Llorona, a quien incluso le agradeces el haberte hecho una mujer valiente.
Thalía: Realmente en nuestra cultura, entre latinos,
conocemos exactamente quién es La Llorona (risas). Siempre habrá ese personaje
fantasmagórico en las historias de nuestras familias latinas, y realmente en
nuestra casa sí existió un personaje así. Inclusive hablo en el libro de que la
casa estaba construida sobre un cementerio, entonces de pronto se sentían
energías extrañas sobrenaturales y eso a una niña pequeña quieras o no la hace
fuerte, quieras o no la hace defenderse de lo invisible, de lo que no se toca,
de lo que está ahí. Y qué más que en esta carrera o en nuestra vida como seres
humanos, siempre hay cosas que uno se imagina que te aterran, que te
atemorizan, y es importante enfrentarlas de cara y es de lo que hablo en ese
capítulo. ¡Hay que enfrentar nuestros fantasmas de cara, y se disipan!
Extraido del periodico de Grupo Milenio