Roberto Sánchez, más conocido con el seudónimo de Sandro de
América o simplemente Sandro, fallecido este lunes a los 64 años, fue un émulo
de Elvis Presley que en las décadas del 60 y 70 enardeció a multitudes
femeninas con sus sensuales movimientos.
Nacido en una barriada obrera de la periferia sur de Buenos
Aires en 1945, el cantante se vio irresistiblemente atraído en su adolescencia
por "El Rey del Rock", a quien comenzó a imitar en sus provocativas
sacudidas pélvicas que hacían suspirar a las muchachas y escandalizar a los
grupos conservadores.
"Yo me nutrí con el rock. Gracias al rock dejé las
calles, las navajas y las cadenas y agarré una guitarra. Dejé la campera de
cuero y las pandillas. El rock me salvó, me salvó de que quizás fuera un
delincuente", le confesó Sandro a Pipo Lernoud, autor de la
"Enciclopedia del Rock Nacional 30 Años".
La sensualidad, la seducción y la lujuria fueron el sello
distintivo del artista quien, aún en los espectáculos que brindó en plena
madurez en los teatros porteños, enfundado en una bata de seda y con una rosa
roja en su mano, despertaba los gritos exaltados de sus fieles y ya encanecidas
seguidoras.
"Cuando hago los movimientos sensuales en el escenario
siento que abajo, en la platea, deben de haber 450.000 ratones corriendo
carreras. ¿Qué miran esas chicas? ¿Qué necesidades tienen? ¿Qué vacíos? Me
intrigan", dijo en un reportaje en la revista argentina Gente, en 2006.
"Dudo que exista un hombre más sexy que Sandro. Es
sensualidad bruta, animalidad pura, mirada de macho, manos de seductor y
caderas que estremecen de pensamientos lujuriosos a cualquier mujer que se
detenga un instante a escucharlo y admirarlo", afirmó una fan chilena
citada en el libro mencionado.
También conocido como "El Gitano", revolucionó el
mundo del rock a comienzos de los años 60 con "Sandro y los de
fuego", al atreverse a cantar en español a clásicos anglosajones como The
Beatles, Elvis, Paul Anka y los Rolling Stones.
"Sandro es (Carlos) Gardel porque fue lo más cercano a
Elvis que dio el sur del mundo y, para la industria de la música, porque vendió
millones de discos", escribió el periodista especializado Víctor Pintos.
El artista grabó a lo largo de su carrera 52 álbumes y
vendió ocho millones de copias.
El cantante abrazó después como solista la música romántica,
otra cantera con la que hizo delirar con temas como "Rosa, Rosa" (la
más vendida de su carrera) y "Quiero llenarme de ti", a millares de
mujeres que hasta arrojaban su ropa interior al escenario.
En 1968, termina ovacionado en el Festival de Viña del Mar
de Chile y gana por segunda vez el importante certamen, lo que le abre las
puertas de Colombia, Venezuela, Perú, Uruguay, Paraguay, Ecuador, México,
Puerto Rico, Costa Rica y República Dominicana.
Su fama llega hasta el mercado latinoamericano de Estados
Unidos y en 1969 recibe en Nueva York un disco de oro por haber sido el artista
latinoamericano con mayor cantidad de discos vendidos.
Poco después se transforma en el primer artista latino en
actuar y llenar el famoso estadio del Madison Square Garden, con dos recitales
en vivo frente a más de 250.000 espectadores.
Sandro murió a los 64 años en Mendoza al oeste de Buenos
Aires, donde a fines de noviembre había sido sometido a un trasplante.
ARTISTAS, AYER Y HOY
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